Debido al cambio climático, propiciado por el hombre, nos encontramos en un momento crítico para la supervivencia de la especie humana y tenemos que tomar una decisión muy importante. A medida que el mundo se calienta más y más, hay patrones climáticos cada vez más severos que están afectando a la producción de alimentos, y a la naturaleza, como el hecho de que se están elevando los océanos, lo que hace crecer la amenaza de inundaciones catastróficas sobre todo en zonas costeras. Si no tomamos medidas contra el cambio climático hoy, podríamos tener más dificultades para adaptarnos a los cambios en el futuro.
Tabla de contenidos
Las causas del cambio climático son:
Asumiendo que el mayor causante del efecto invernadero son las emisiones de carbono existente en la corteza terrestre, los científicos sostienen que la rápida expansión humana y la polución en el aire durante el último siglo ha producido un efecto de calentamiento global en la tierra.
Ciertos gases atmosféricos actúan como un bloqueo para que el calor de la tierra se irradie al espacio. Hay gases con semipermanencia en la atmósfera que no responden a los cambios de temperatura y se les denomina «forzadores» del cambio climático. Otros, como el vapor de agua, que si responden a los cambios de temperatura, se les denomina de «retroalimentación».
Gases llamados de efecto invernadero que contribuyen al efecto invernadero.
Debido a las actividad humana:
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), un grupo de 1.300 expertos científicos climáticos independientes de países de todo el mundo bajo los auspicios de las Naciones Unidas, concluyó que existe una probabilidad superior al 95% de que las actividades humanas de los últimos 50 años hayan contribuido al calentamiento global de nuestro planeta.
Loa emisiones de gases de efecto invernadero se producen de forma natural y son esenciales para la supervivencia de los seres humanos y de millones de otros seres vivos, ya que impiden que parte del calor del sol se irradie al espacio y hacen que la Tierra sea habitable y con un clima medio templado.
Pero tras más de un siglo y medio de industrialización, deforestación y agricultura a gran escala, las cantidades de gases de efecto invernadero en la atmósfera han aumentado hasta niveles récord que no se habían visto en tres millones de años. A medida que crecen las poblaciones, las economías y los niveles de vida, también lo hace el nivel acumulado de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y la temperatura media del planeta.
Consecuencias de las actividades humanas sobre el clima:
Las consecuencias de la modificación del efecto invernadero atmosférico natural son difíciles de predecir, pero algunos efectos parecen probables para esta crisis climática global:
El calentamiento global:
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), prevé un aumento de la temperatura media del planeta de entre 1,5 y 2,5 grados centígrados durante el próximo siglo.
Según el IPCC, el alcance de los efectos del cambio global climático en las distintas regiones variará con el tiempo y con la capacidad de los diferentes sistemas sociales y medioambientales para mitigar o adaptarse al cambio.
Curiosamente, este incremento de la temperatura global, producirá impactos beneficiosos en algunas regiones y otros muy perjudiciales en otras. Los costes netos anuales de todas las sociedades serán muy importante y aumentarán con el tiempo a medida que aumente la temperatura global.
Calentamiento del océano:
El océano ha absorbido gran parte de este aumento de temperatura global, y los 100 metros más superficiales del océano muestran un calentamiento de más de 0,33 grados centígrados desde 1969. No debemos olvidar que la Tierra almacena el 90% de la energía calorífica en los océanos.
Retroceso de los glaciares:
Los glaciares están retrocediendo en casi todo el mundo, incluso en los Alpes, el Himalaya, los Andes, las Rocosas, Alaska y África.
Las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida han disminuido su masa de hielo dramáticamente. En el caso concreto de Groenlandia perdió una media de 279.000 millones de toneladas de hielo al año entre 1993 y 2019.
Otro caso más cercano, en Sierra Nevada, es la desaparición del glaciar del pico Veleta hace ya unos años.
Disminución de la capa de nieve:
Las observaciones por satélite revelan que la cantidad de nieve primaveral en el hemisferio norte ha disminuido en las últimas cinco décadas y que la nieve se derrite antes.
Si miramos a España, nos encontramos que el nivel de precipitaciones en los Pirineos se ha reducido un 25 % desde 1950 mientras que la temperatura media se elevaba en más de 2 grados, lo que ha provocado una disminución de la nieve acumulada de hasta un 50 %.
Aumento del nivel del mar:
El nivel del mar en el mundo subió unos 20 centímetros en el último siglo. Sin embargo, el ritmo de las dos últimas décadas es casi el doble que el del siglo pasado y se acelera ligeramente cada año. Casos preocupantes en España son los del Delta del Ebro, la Albufera de Valencia o incluso el Parque Nacional de Doñana, que en caso de continuar esta subida del nivel del mar, se verá amenazada su porvenir.
Disminución del hielo marino del Ártico:
Tanto la extensión como el grosor del hielo marino del Ártico han disminuido rápidamente en las últimas décadas.
Existe una disminución documentada de la extensión del hielo marino ártico todos los meses del año de manera continuada desde 1979. Por ejemplo, en el período comprendido entre 2010 y 2019, la extensión mínima de septiembre ha sido 36,5% menor que en la década entre 1980 y 1990.
Se estima que el fenómeno tiene una tendencia de reducción de 12,8% (± 2,3%) cada década. De hecho, la extensión mínima del hielo marino ártico en 2019 (4,1 millones de kilómetros cuadrados) es la segunda más baja desde que se comenzaron a tomar mediciones desde satélites, en 1979. El mínimo histórico de extensión de hielo marino en el ártico ocurrió en el año 2012.
No existen precedentes de que haya ocurrido esta tasa de disminución durante los últimos 1.000 años.
Acidificación de los océanos:
Desde el comienzo de la Revolución Industrial, la acidez de las aguas superficiales de los océanos han aumentado en un 30% aproximadamente. Este aumento es el resultado de que los seres humanos emitan más dióxido de carbono a la atmósfera y, por tanto, éste sea absorbido por el océano. El océano ha absorbido entre el 20% y el 30% del total de las emisiones antropogénicas de dióxido de carbono en las últimas décadas (entre 7.200 y 10.800 millones de toneladas métricas al año).
Consecuencias alimentarias:
Por último, aunque el aumento del dióxido de carbono (CO2) puede estimular el crecimiento de las plantas, las investigaciones han demostrado que también puede reducir el valor nutricional de la mayoría de los cultivos alimentarios al reducir las concentraciones de proteínas y minerales esenciales en la mayoría de las especies vegetales.
Consecuencias para la salud:
El cambio climático puede provocar la aparición de nuevos patrones de plagas, eventos climáticos extremos, y enfermedades que afecten a las plantas, los animales y los seres humanos, y que supongan nuevos riesgos para la seguridad alimentaria, la inocuidad de los alimentos y la salud humana, como es el caso de la pandemia del Covid 19, cuyo origen parece ser por el contacto de especies animales, como el murciélago, con el hombre, debido a que cada vez las especies animales ven más invadido su hábitat natural por el hombre.
Acciones globales para mitigar el cambio climático:
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático es el instrumento global de todos los países que lo integran para hacer al frente al cambio climático y para la implantación de las acciones climáticas necesarias por salvar nuestro planeta.
Cumbre de la tierra (1992):
El primer paso fue la «Cumbre de la Tierra» de 1992 en Río de Janeiro, que dio lugar a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la acción climática más completa hasta la fecha sobre el cambio climático. Son 197 países los que han ratificado la Convención cuyo objetivo principal es prevenir las interferencias humanas peligrosas en el sistema climático y limitar el efecto de la modificación humana del sistema climático.
El protocolo de Kioto (1997):
Durante unos 20 años, países de todo el mundo empezaron a negociar sobre el cambio climático y dos años más tarde establecieron oficialmente el Protocolo de Kioto. El primer periodo de compromiso del Protocolo comenzó en 2008 y terminó en 2012. El Protocolo de Kioto obliga legalmente a los países desarrollados, como Estados Unidos, a cumplir objetivos de reducción de emisiones. Se nos ha concedido un segundo periodo de compromiso que comenzará en 2013 y terminará en 2020. Ahora son 196 las partes que han firmado el Acuerdo COP21 y 188 las que han firmado el Protocolo de Kioto.
El Premio Nobel de la Paz (2007):
En 2007, el Premio Nobel de la Paz fue concedido conjuntamente al ex vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, y al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), «por sus esfuerzos para construir y difundir un mayor conocimiento sobre el cambio climático provocado por el hombre, y para sentar las bases de las medidas necesarias para contrarrestar dicho cambio».
El Acuerdo de París (2016):
En la 21ª Conferencia sobre el Clima de París (COP21), la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, tras un largo y acalorado debate, acordó finalmente establecer un nuevo acuerdo sobre el cambio climático con objetivos más elevados para las Partes de la CMNUCC.
El Acuerdo de París por primera vez reúne a todas las naciones en una causa común para emprender esfuerzos ambiciosos para combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos. Los países en vías de desarrollo también están recibiendo ayuda adicional para modernizar sus economías y ser un parte importante en esta lucha global.
El objetivo central del Acuerdo de París es reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, manteniendo el aumento de la temperatura global en este siglo muy por debajo de los 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados.
La cumbre del cambio climático (2019):
El 23 de septiembre de 2019, el presidente António Guterres convocó la Cumbre del Clima para los líderes mundiales. El objetivo de este consejo fue mostrar a todo el mundo un método de colaboración para resolver los problemas climáticos, y también mostrar a todo el mundo el respeto y la dedicación de los líderes mundiales por el interés global.
La Cumbre se centró en ciertas sectores clave del mundo en los que podrían producirse los mayores impactos, como la industria pesada, combustibles fósiles, la naturaleza, las ciudades, la energía, la resiliencia global y el clima. Como parte del conjunto de cuestiones marcadas por los líderes mundiales, debatieron sobre las medidas que han tomado y las que esperan tomar en 2020 en la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, donde probablemente se asumirán nuevos compromisos, y posiblemente se incrementarán.
Conclusión:
El cambio climático es una amenaza real, presente y futura, que de no ser atajada entre todos, complicará mucho la supervivencia de la especie humana a largo plazo y la hará dramática a corto plazo. Lo que necesitamos son más planes concretos, más energías renovables, más ambición y más actividad por parte de los países, las empresas, asociaciones y, sobre todo, más acción climática de cada ciudadano.